A 20 segundos del final, y con 2-2 en el marcador, una contra de Bélgica dejó un balón en el área de Thomas Meunier al que no llegó Lukaku y que remató Chadli a placer ante la incredulidad de Japón, una de las revelaciones del torneo.
El gol mató las ilusiones de los futbolistas nipones, desolados con el pitido final y sin poder romper la barrera de unos octavos de final en un Mundial.
Sin embargo, y pese a la crueldad de lo acontecido, el combinado dio ejemplo de deportividad y juego limpio.
Tanto la plantilla como los miembros del cuerpo técnico dejaron el vestuario impoluto antes de irse. Tan limpio que parecía una imagen sacada antes del partido.
Además, se despidieron colocando un cartel en el que escribían la palabra "gracias" en ruso en agradecimiento.
#RUSIAxESPN Iban ganando 2-0 y terminaron perdiendo 3-2 en la última jugada. A pesar de la impotencia, se tomaron su tiempo para agradecer al público, hablaron con los medios y limpiaron el vestuario, donde dejaron una nota para quienes trabajan en el Mundial: "Gracias". Japón. pic.twitter.com/vJaWdE0kOt
— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) 3 de julio de 2018
Se sumó así la plantilla a su afición, una de las que más ejemplos ha dado en este Mundial por su saber estar y por limpiar sistemáticamente la parte del estadio donde han estado alojados.
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